En Impernor Asbitra creemos que las empresas que apoyan la cultura tienen un valor añadido extraordinario. En nuestro caso ese apoyo se materializa a través de la ejecución de proyectos de ámbito cultural, desde museos, bibliotecas o teatros, entre otros.
Como un actor, nosotros también amamos el arte y nos gusta compartirlo, por ello, hoy queremos hablaros de tres proyectos en los que hemos participado gracias a nuestra dilatada y exitosa experiencia en el sector de la impermeabilización. Nuestros clientes han vuelto a depositar en Impernor Asbitra tras la calidad obtenida en otros proyectos de gran envergadura realizados de forma conjunta.
Ciertamente, el Teatro Circo Price ha vivido muchas vidas desde su fundación en 1853 por el irlandés Thomas Price. Para descubrir sus comienzos hay que remontarse a 1868, cuando nació Primer Circo de Price en el paseo de Recoletos gracias al arquitecto Pedro Vidal. En 1880, se trasladó a la Plaza del Rey y en 1962 se iniciaron las populares “Matinales” del Price, que tras 29 sesiones fueron clausuradas mientras, paralelamente, Price iniciaba un declive que culminó en su derribamiento en 1970.
En marzo de 2007 el Ayuntamiento de Madrid recuperó el Teatro Circo Price en un nuevo edificio ubicado en la Ronda de Atocha. Para realizar el nuevo conjunto cultural, compuesto por 6 edificios, F.C.C. Construcción confió en Impenor Asbitra, haciéndonos adjudicatarios de todo el proyecto. Así, desde el interior, manteniendo “Good On The Inside”, nosotros también invitamos a mirar, disfrutar y experimentar del circo.
El Teatro Real de Aranjuez fue construido en 1767 bajo el reinado de Carlos III, quien encargó al arquitecto Jaime Marquet la creación de esta edificación para que el Real Sitio no careciese de las obras teatrales que tenían lugar en el Palacio Real de la capital.
Su evolución fue imprevisible. En 1777 se disolvió la Compañía de los Reales Sitios, las representaciones se suspendieron y el edificio se transformó en vivienda para los criados. En 1801 una empresa privada compró el teatro, que volvió a cerrar sus puertas en 1807. Tras la Guerra de Independencia, Fernando VII lo reabrió y realizó en él numerosas remodelaciones. Por último, funcionó como cine hasta 1989, cuando se inició una etapa de rehabilitación que duró 25 años y costó alrededor de siete millones de euros.
Fue en este momento cuando F.C.C. Construcción volvió a confiar en la calidad y experiencia de Impernor Asbitra para realizar toda la impermeabilización del proyecto. Gracias a ello, el teatro cubierto más antiguo de España, el que hacía “Las delicias campestres aumentar los placeres urbanos” (según recoge su fachada) reabrió sus puertas en 2014.
Entre formidables pinos y ubicado en el pequeño municipio de nombre homónimo perteneciente a Albacete, el teatro de Casas Ibañez reutiliza el espacio que el pueblo ha empleado desde hace décadas como lugar de fiesta y baile para diversificar la oferta cultural del municipio.
El edificio se construye alrededor de un espacio sombreado e intermedio, a la vez exterior, vacío y abierto, poniendo a pruebas los límites del séptimo arte. Su diseño sigue la arquitectura tradicional manchega escondiendo su acceso, sin renunciar por ello a su carácter público a través de una fachada vibrante bajo la luz del sol.
Para su construcción, la Comunidad de Castilla La Mancha y el Ayuntamiento Casas Ibañez confiaron la obra a nuestro cliente Dragados, compañía que volvió a confiar en Impernor Asbitra para adjudicarnos la ejecución total de la impermeabilización de este proyecto, que abrió sus puertas en 2011.