El radón es un gas radiactivo (incoloro, inodoro e insípido) liberado por la descomposición de elementos del uranio, torio y radio en rocas y suelo, y que tiende a concentrarse en espacios cerrados. No lo detectamos si no es por medición con lo que, debido a su estado gaseoso, penetra en las viviendas a través de huecos, materiales porosos o irregularidades en el cerramiento.
También se encuentra en el aire en niveles muy bajos, pero si no se tiene una ventilación adecuada puede acumularse a niveles que aumentan sustancialmente el riesgo de cáncer de pulmón. De hecho, según la United States Enviromental Protection Agency (EPA) es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco, representando entre un 3-14% del total.
El gas radón no puede ser percibido por nuestros sentidos, así que debemos medirlo. Para medir la concentración de radón en el aire se usa el becquerel por metro cúbico. Así, se determina que una edificación está en riesgo si presenta mediciones superiores a los 300 Bq/m^3 (o lo que es lo mismo, fumar 16 cigarrillos al día).
Para llevar a cabo una correcta medición, el Centro de Seguridad Nuclear recomienda contactar con laboratorios acreditados para la medida de radón en el aire según la ISO 17025.
En España, las zonas con exposición más alta al gas radón son Galicia, gran parte de Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid, Islas Canarias y ciertas zonas de Castilla La-Mancha. Esto es así porque se da en áreas en las que el subsuelo está formado por rocas graníticas, o por sedimentos cuyo origen son rocas graníticas.
Existen diversos sistemas y soluciones a aplicar, tanto para nuevas vivienda como para reformas y rehabilitaciones. El empleo de barreras anti radón, combinadas con otros sistemas, como la ventilación del forjado, ha probado su eficacia frente a este enemigo que no podemos ver ni sentir, pero que causa graves problemas de salud.
Entre los materiales más habituales para la ejecución de barreras serían, por un lado, las láminas (bituminosas, sintéticas o cauchos) y, por otro, los sistemas de impermeabilización líquida.
Es importante optar siempre por materiales de calidad y que su instalación se lleve a cabo por profesionales cualificados, siguiendo las instrucciones del fabricante. De esta manera, se garantiza su eficacia y durabilidad