Lo que hasta hace poco era un área deprimida, hoy se ha convertido en una zona de referencia donde se elevan dos nuevos rascacielos que suman dos edificios con los más altos estándares de calidad al horizonte de la ciudad de Madrid, las Torres Skyline.
Madrid cuenta ya con un Skyline que combina espacios residenciales con una situación geográfica privilegiada rodeado de zonas verdes y las mejores comunicaciones.
Un nuevo concepto residencial que une las más modernas viviendas con unas zonas comunes como las que pueden ofrecer los hoteles de gran categoría: gimnasio, spa, dos piscinas, salas de coworking, huerto urbano, jardín o terraza mirador.
Los datos y números de las Torres Skyline no dejan indiferente a nadie:
Áticos exclusivos a 100 metros de altura.
66.500 m2 de superficie construida entre las dos torres.
Calificación energética A
Certificado Breeam, que garantiza la sostenibilidad económica, social y ambiental del edificio.
Gracias a la altura de las torres gemelas que componen el proyecto, la orientación de sus viviendas y el estar rodeadas solo de zonas verdes, todos sus pisos, hasta los más bajos, disponen de unas vistas despejadas y espectaculares.
La joya de la corona la encontramos en la última planta. La azotea del edificio se ha transformado en un gran espacio relajante para que los vecinos puedan disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad, darse un chapuzón en su piscina de cristal o tomar el sol en su amplio solárium.
El proyecto, promovido por la inmobiliaria suiza Stoneweg, diseñado por Touza Arquitectos y construido por Dragados, parte de la idea de crear un concepto que ya ha triunfado en las principales capitales europeas como Londres, París o Amsterdam.