Blockchain (también conocido como cadena de bloques) es una nueva tecnología que revolucionará la forma en la se lleva a cabo cada proyecto en nuestro sector. ¿Cómo? A través de una gigantesca infraestructura que hace posible que diferentes agentes (llamados nodos) intercambien información encriptada de forma segura y en tiempo real.
En esta megaestructura no existe una cadena de bloques única, sino que existen multitud de ellas. Todas interconectables entre sí y aplicables a todo aquello que conlleve una transacción dentro de nuestro sector, ya sea para crear contratos, realizar órdenes de pedido o actualizar el planning de una obra.
Cada agente o nodo vinculado tiene una copia instantánea de todos los datos de cada transacción, ya sean operaciones, cantidades, fechas o participantes. Así, si otro agente realiza un cambio, blockchain lo registra de forma automática y notifica al resto de agentes que se encuentran trabajando en el mismo proyecto cuándo, dónde y quién ha hecho dicha modificación.
En resumidas cuentas, la tecnología blockchain actúa como una gigantesca base de datos que recoge todas las transacciones realizadas en una red de trabajo, facilitando el flujo del proyecto, por ejemplo, eliminando de intermediarios.
Aunque en la actualidad no hay nada que esté funcionando de forma masiva en nuestro sector, el potencial práctico del blockchain es indudable. Por ello, grandes empresas nacionales están estudiando cómo mejorar sus procesos a través de esta nueva tecnología que está transformando todas las industrias con las que entra en contacto. Entre las potenciales ventajas que puede ofrecernos se encuentran:
Estas tres claves te ayudarán a entender el Blockchain:
Trazabilidad: Blockchain funciona como una gran base de almacenamiento de datos donde solo los agentes partícipes de cada proyecto pueden acceder, seguir e intervenir en su evolución en cada una de sus etapas.
Certificación: Todos los agentes tienen que cumplir unas reglas básicas para realizar cambios, sino no es válido y no se recoge en la cadena de bloques. Cuando se registra y se valida por el resto de agentes, blockchain muestra quién cambió qué, cuándo y dónde lo hizo.
Automatización: Blockchain emite una respuesta automática a la realización o aprobación de cambios en el modelo BIM, sistema sobre el que se basa toda su estructura.
La tecnología blockchain hará posible alcanzar el nivel máximo de colaboración entre todos los agentes que trabajan sobre un único modelo compartido, en el que todos pueden acceder y modificar. Así, blockchain es la culminación de BIM, ya que aporta la confianza y transparencia necesaria para cerrar los proyectos y todas las operaciones que lo engloban, evitando que la información creada durante un proyecto se pierda tras el momento de la entrega.
Además, cuando una obra se desarrolla una cadena de bloques es posible concretar las etapas de los distintos materiales, desde dónde se ha obtenido o fabricado, a qué controles han pasado, etc. Todo ello, optimiza la gestión de la cadena de suministro de materias primas, disminuyendo el stock e incrementando la eficacia logística.
Saber instantáneamente cómo se ha construido un proyecto, cuáles son sus especificaciones técnicas o qué materiales se han utilizado, será posible gracias a esta tecnología. Y ello también nos ayudará a tomar decisiones a lo largo del ciclo de vida de un edificio, facilitando su rehabilitación o su eliminación.